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LA ALCALDESA DE LANGREO ESTÁ TRISTE ¿QUE TENDRÁ LA ALCALDESA?

La Alcaldesa de Langreo, Esther Díaz del PSOE, está muy triste del recibimiento que numerosos vecinos hicieron al Borbón, con banderas republicanas al viento y el himno de Riego a todo trapo, acompañado de consignas como: “España, mañana será republicana”.

La señora o señorita Díaz, no debe conocer las luchas de la cuenca minera contra el fascismo, ni la terrible represión que se abatió sobre los mineros asturianos, en las huelgas generales de la minería asturiana de los años 60. Algunos recordamos los nombres de torturadores como el capitán Caro o el sargentos Pérez del servicio de información de la benemérita, verdaderos sádicos y asesinos (a un minero lo dieron por muerto y lo tiraron a un vertedero). Todo eso cuando el Borbón, era "príncipe de Asturias" (para desgracia de los asturianos de pro).

Lo de la “democracia que nos dimos los españoles”, lo debe decir de cachondeo la Señora Alcaldesa. La “transacción”, la “ley de amnistía”, etc. montajes todos para la continuidad del franquismo sin Franco. Dice la señora Díez que el Borbón “nos guste o no es el Jefe del Estado”, como no nos gusta le recibimos con el decorado adecuado a nuestros sentimientos republicanos y antimonárquicos.

La Alcaldesa remata con una apostilla de alto calado: “como Jefe del Estado, se merece un respeto”. El suyo, Alcaldesa, el nuestro no. No podemos respetar a un homicida (mató a su hermano menor a los 18 años con su propio revolver –regalo de Franco- y nunca más se supo del asunto). No a quien juró los "principios fundamentales del movimiento" fascista ante el dictador, presunto golpista (23F), que presidió consejos de ministros de la dictadura, cuando Franco estaba enfermo. Ni mucho menos, a un personaje de escasa moralidad y presuntas costumbres libertinas, que ha pasado de no tener un euro a tener una fortuna que algunos estiman en más de 1.700 millones de euros, mediante los petrodólares saudíes, “el impuesto contrarrevolucionario-monárquico” y una red de presuntas corruptelas.

Vamos, que con estos antecedentes, si la Alcaldesa está triste, que se joda la Alcaldesa.

Iñaki Roa